Ubicado en la zona sur de Galicia, Portonovo se presenta como uno de los destinos preferidos de todos aquellos turistas que visitan las Rías Baixas. Esta acogedora villa marinera forma parte del turístico municipio de Sanxenxo, siendo uno de los puntos neurálgicos de la localidad.
Portonovo encarna uno de esos pequeños paraísos con una gran vocación turística. El pueblo está rodeado por un entorno natural inmejorable, con rincones llenos de encanto y unas preciosas vistas a la ría de Pontevedra. Entre las calles de la villa se entremezclan retazos de tradición, cultura, gastronomía y el mejor ambiente de toda la localidad.
A continuación os acercamos algunos de los lugares más emblemáticos del núcleo de Portonovo, un recorrido de lo más completo que os permitirá conocer y disfrutar de la villa y su historia.
Otra opción, es apuntarse a alguna de nuestras actividades por Portonovo o Sanxenxo, te aseguramos que no te arrepentirás.
Paseo litoral y playa de Baltar
La entrada a Portonovo desde el centro de Sanxenxo la marca el entorno de Punta Vicaño. Desde este punto parte toda una senda litoral que se extiende hasta las entrañas de la villa marinera.
En el entramado que recorre la parroquia sanxenxina, existe una extensa pasarela de madera que bordea a la conocida playa de Baltar. Un perfecto paseo de unos 600 metros de longitud, dotado de una singular belleza entre vegetación y pequeñas dunas.
Puerto deportivo
El puerto deportivo de Portonovo se encuentra ubicado en pleno centro del pueblo, junto a la famosa playa de Baltar y la zona de restaurantes. Tiene una longitud total de unos 600 metros y allí se ubica el Club Náutico, fundado en el verano de 1992.
En la actualidad el club cuenta con más de 300 socios, sus familiares y unas 160 embarcaciones; destacando asimismo la escuela de vela, en activo desde el año 93.
También, en un espacio privilegiado del Muelle do Chasco, con vistas al mar y al extenso arenal, podréis encontrar el restaurante Ollo de Boi, con una oferta gastronómica basada en los productos frescos y de calidad.
Puerto pesquero y lonja
Portonovo es uno de esos pueblos en los que todavía se mantienen intactas algunas de sus arraigadas tradiciones marineras. Son muchos los símbolos de la localidad dedicados al mar y sus trabajadores, y aunque el sector turístico ha ido ganado terreno en los últimos años, la zona del puerto y la lonja siguen siendo el vivo reflejo de estas costumbres.
El puerto pesquero de Portonovo cuenta con su propia lonja de pescado, pues en esta villa es típica la pesca de bajura. De hecho, muchos de los restaurantes de la zona se proveen de los productos frescos que adquieren aquí. En la lonja todavía tiene lugar la tradicional subasta del pescado, aunque a día de hoy se realiza mediante un proceso electrónico.
Escultura del pescador
En la rotonda ubicada en las inmediaciones del puerto pesquero y la lonja, se localiza el singular Monumento al Marinero. Un homenaje hecho escultura dedicado a todos aquellos marineros de la villa.
La escultura, realizada en bronce, representa la figura de un pescador con su habitual atuendo de trabajo ―un traje de aguas escocés― y con la mirada fija en el horizonte. Un ejemplo más, cargado de simbología, de la arraigada cultura del mar existente en Portonovo.
Mirador da Peixeira
Siguiendo el recorrido por una de las avenidas principales de Portonovo, entre la lonja y la playa de Caneliñas, nos encontramos con el precioso Mirador da Peixeira.
En esta pequeña plazoleta se localiza una de las estatuas más simbólicas y bonitas de todo Portonovo. Hablamos de la figura de «A Peixeira», realizada en bronce por el escultor local Alfonso Vilar, en el año 1994. La escultura pretendía ser un homenaje a aquellas mujeres de la villa dedicadas a las faenas del mar y la venta de pescado.
Además, desde esta balconada podréis observar las Islas Ons y obtener una impresionante panorámica de la ría de Pontevedra y los pueblos costeros que la conforman.
Capilla de Santa Catalina
Desde el Mirador da Peixeira ascenderemos hasta uno de los puntos más altos de la villa. Frente al ya mencionado mirador se encuentran unas escaleras que nos conducen hasta la capilla de Santa Catalina y el campo de San Roque.
Esta capilla, de planta rectangular y realizada en piedra, fue construida alrededor del siglo XVIII y está dedicada a la figura de Santa Catalina, patrona de la villa. Cada 25 de noviembre tiene lugar una bonita procesión marítima que recorre la ría de Pontevedra con la imagen sagrada de la misma.
En el interior de la capilla también se encuentra una imagen de San Roque y su perro, patrón de Portonovo. De hecho, las fiestas de San Roque son unas de las más populares de Sanxenxo, atrayendo a cientos de personas cada mes de agosto.
Calle de los vinos
Desde el campo de San Roque tenemos acceso a una de las zonas más emblemáticas de Portonovo: la conocida como calle de los vinos, en la parte más antigua de la villa.
Se trata de uno de los puntos más dinámicos y concurridos de Portonovo, donde se aglutinan una serie de míticos y tradicionales locales de tapas y copas.
Para comer y picar destacan tabernas como O Risonsiño, local emblemático forrado de arriba a abajo por fotografías de las décadas doradas de los 80 y 90; el Burás, conocido por sus pescados frescos y empanadillas caseras, la Taberna A Codia, en cuya cocina despuntan los productos sostenibles y de temporada, A Cova de Ons o A Bodeguiña, especialistas en bocadillos.
Y a la hora de tomar unos buenos combinados, el Cubaney lleva amenizando las noches portonovesas desde que abrió sus puertas allá por el año 1979.
Tanto locales como foráneos acuden a esta famosa calle de los vinos para disfrutar del mejor ambiente de la villa y empaparse de la cultura tradicional. Además, durante el verano y en fechas festivas son muy típicas las actuaciones musicales en directo en mitad del callejón.
El Portonovo más gastronómico
Uno de los atractivos turísticos más importantes de Portonovo es la gastronomía y sus restaurantes. En ellos podrás disfrutar de la mejor cocina gallega, opciones más informales e incluso alguna apuesta que otra por la cocina de vanguardia.
La mayoría de estos restaurantes se ubican en la arteria principal del pueblo, la rúa Rafael Picó, junto al arenal de Baltar y el puerto deportivo. En establecimientos como Pepa A Loba, O Buraco, A Fonte da Vella, entre otros, podréis disfrutar de los platos más elaborados y las mejores tapas gallegas.
Para los amantes de los buenos vinos y maridajes, en Bodega Viña Pedreira y Mesón A Curva las recetas se completan con una extensa carta de estos caldos, desde referencias gallegas, nacionales o importaciones, a las mejores Denominación de Origen del país.
Por su parte, restaurantes como El Pescador, Ollo de Boi o Azor Jamonería ofrecen un recetario más actualizado sin dejar de lado una buena base de cocina gallega. Y para los que prefieren saciar el hambre con platos más típicos de la street food, en locales como el Japoburguer, El gato Verde, Cafeteria la Perla o Jaco’s encontrarás una gran variedad de pizzas, hamburguesas o bocadillos, entre más opciones.
Recuerda Be Responsible, Be Rooteiro.
